La Profecía
Oseas 4: 12 Mi pueblo consulta a su madero, y su palo le
adoctrina, porque un espíritu de prostitución le extravía, y se prostituyen
sacudiéndose de su Dios. 13 En las cimas de los montes sacrifican, en las
colinas queman incienso, bajo la encina, el chopo o el terebinto, ¡porque es
buena su sombra!
¿Qué es la profecía?
Muchas son las personas que creen que
la profecía es adivinación. Llegan al colmo de la ignorancia al confundirla con
brujería o hechicerías. Nada más alejado de la realidad.
La profecía que viene del cielo es
anuncio, advertencia, amonestación y consejo divino. La Palabra de Dios no es vana.
El profeta mismo lo dice: "...No volverá vacía y hará lo que tiene que
hacer". Esto es muy importante, porque toda Palabra que sale de la boca de
Dios es un consejo veraz y no hay que hacer oídos sordos.
Lo primero que hace el profeta de Dios
es establecer una verdad: "No tendrás dioses ajenos delante de mí", dice
Dios en el libro de las peregrinaciones. Y esta verdad es una constante en toda
la sagrada escritura. Dios es un Dios celoso y no le gusta compartir su gloria.
La idolatría fue cruelmente castigada por Dios. Baste recordar lo que sucedió a
aquellos que no escucharon la voz de Dios y se aventuraron a construir la Torre
de Babel, o el becerro de oro, o a
codiciar lo prohibido como Acán, destruido él y toda su fanilia. Dice la
Palabra en el libro de Josué:
7:24 Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de
Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes,
sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al
valle de Acor.
7:25 Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.
7:25 Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.
Los antecedentes son claros: "No
codiciarás los bienes ajenos..." Ese fue el error de Acán. La pregunta que
debemos hacernos hoy es: ¿Nos estamos comportando como Acán, desoyendo la
profecía de Dios?
Si observamos bien, Dios había
establecido una verdad cuando dio al pueblo israelita los diez mandamientos, y
luego de ello, es decir de establecer esas verdades, entonces vino el juicio.
Por tanto, la segunda parte de la profecía es el juicio, el castigo.
19:17 Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu
vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte,
no sea que perezcas.
¿Pero qué hizo la mujer de Lot? Desobedecer...
19:26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de
él, y se volvió estatua de sal.
Muchos desoímos el consejo y luego viene el castigo.
En conclusión: la Palabra es profecía y establece una verdad, y si
nosotros no escuchamos y ponemos en práctica esa verdad, entonces viene el
castigo divino.
Hay una profecía para cada necesidad:
1- La Profecía Para la Salud
2- La Profecía Para el Amor
3- La Profecía Para el Dinero.
Misión Profética Internacional (MPI)
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