Cuando se hace con
sinceridad, la persona que busca crecer espiritualmente encontrara respaldo de
Dios durante su búsqueda. Crecer en fe, como lo es en cualquier otra parte de
tu vida, requiere tiempo y dedicación. Sea un nuevo creyente o un cristiano que
tiene tiempo en la fe, los siguientes consejos para crecer espiritualmente son
fácil de implementar.
Leer la Biblia entera: Es fácil caer en la rutina de siempre leer los mismos pasajes bíblicos.
Tendrás mejor entendimiento de lo que lees con frecuencia si lo pones en
contexto de un libro entero, o de la Biblia entera. Recuerda que la Biblia es un mensaje completo de parte de Dios. Dedica un año para leerla entera
y con la ayuda del Espíritu Santo, veras que crecerás en entendimiento. La
puedes leer de principio a fin (Génesis - Apocalipsis), cronológicamente, o en
otro de los varios planes de lecturas disponibles. Si ya la has leído entera,
considera leerla de nuevo con otro plan.
Orar todos los días: La oración es clave para el cristiano porque es la forma en cómo se
comunica con Dios. Es básicamente imposible estar en un relación, mucho menos
una que es fuerte e íntima, sin tener un dialogo constante. Todos los días
aparta tiempo para orar. Si eres nuevo creyente, empieza usando el ejemplo del Padre Nuestro. Si tienes años en la iglesia, recuerdas que hay varias formas de orar y
proponte practicarlas todas.
Practicar el ayuno: Cuando ayunamos le mostramos a Dios que él es más importante que nuestros
placeres y necesidades humanas. Durante un tiempo determinado, una persona deja
de comer y en vez dedica tiempo a la oración. Si nunca has ayunado, empieza con
solo unas horas al principio de un día y mientras vallas creciendo en tu
caminar con Dios, ve aumentando lo que puedas ofrecer. Si eres un veterano
consideras un ayuno completo de 24 horas, el ayuno de Daniel o ajusta la
frecuencia en que ayunas.
Asistir a la iglesia todas las semanas: ¿Por qué debes ir a la iglesia? Porque es el propósito de Dios para ti.
Jesús fundo la iglesia como una familia para el creyente y como un instrumento
para alcanzar al no creyente. Ir a la iglesia nos da la oportunidad de alabar a
Dios por todas sus bondades, fortalecernos en la fe, y recibir instrucción a
través de la predicación y las lecturas bíblicas. De los 7 días de la semana,
no debe ser mucho trabajo dedicarle por lo menos uno a Dios.
Llegar a la iglesia temprano: El propósito de ir a la iglesia es adorar a Dios con todo nuestro ser. Lamentablemente,
a veces llegamos a la iglesia distraídos por una situación u otra y se nos hace
difícil enfocar en lo es realmente importante en ese momento. Si llegas por lo
menos 10 minutos tempranos, puedes orar y preparar tu espíritu para recibir las
bendiciones que Dios tiene para ti. Usa ese tiempo para dedicarle tu adoración
y entregarles tus cargas.
Participar de los estudios bíblicos: Diferente al servicio tradicional de los domingos, los estudios bíblicos
que se ofrecen durante la semana permiten que levantes la mano si tienes alguna
pregunta o si no entiendes algo. En general, estos servicios son más pequeños y
más informales y a veces se ofrecen para grupos con intereses similares. Los
estudios bíblicos de tu iglesia son de los mejores recursos que tienes
disponible para entender la Biblia y los debes de aprovechar.
Compartir las buenas nuevas: La Gran Comisión en Mateo 28 nos manda a compartir el evangelio con los
demás. Aunque no acepten tu invitación, trata de invitar a alguien nuevo a tu
iglesia cada semana para que escuchen el mensaje de salvación. Si no van, trata
de compartir con ellos tu testimonio. No solo estarás cumpliendo con un
mandamiento, pero experimentaras el gozo de compartir la buenas nuevas con las
personas que están a tu alrededor.
Estudio profundo de los evangelios: Jesucristo es la razón por la cual somos salvos. Para conocer más de Jesús
y el sacrificio que hiso por ti, lee los evangelios. Ellos están dedicados a su vida y ministerio, y son la base para el resto
del nuevo testamento. Mientras estés leyendo a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, ten
disponible un diccionario bíblico o varios estudios y comentarios sobre estos
libros. Dedícale unos cuantos meses y en un cuaderno anota lo que vas
aprendiendo.
Mantener un diario: Cada quien tiene costumbres, buenas y malas, de la cual no se da cuenta. Si
mantienes un diario de los acontecimientos de tu día, de vez en cuando podrás
revisarlo y aprender ciertas cosas de ti mismo. Quizás notaras que pierdes
mucho la paciencia, que no das gracias por las bendiciones en tu vida como
debes, o que tienes buenas habilidades en áreas específicas. Puedes usar lo que
aprendes para que en oración Dios te ayude a superar lo negativo, y te ilumine
para usar lo positivo para su gloria.
Ser fiel con los diezmos y las ofrendas: El crecimiento espiritual que resulta del dar los diezmos y las ofrendas
viene, no porque estás dando dinero porque esto no se compra, sino porque lo
estás haciendo en acción de gracias y en adoración a Dios. Toda esta en la
actitud del diezmador. La Biblia dice en 2 Corintios 9:7 que Dios ama al dador
alegre. Tus diezmos y ofrendas apoyan a los servicios y programas de tu
iglesia. Cuando das, le das a Dios y en cambio él te da muchas bendiciones.
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