lunes, 29 de septiembre de 2014

GUÍA ESPIRITUAL

Guía para que la intercesión sea más eficaz

1. Tener a mano la Biblia, un lápiz y un anotador.

2. Encontrar un lugar tranquilo para orar, (si es posible). Esto no siempre se puede lograr, sin embargo, Dios también bendice nuestro tiempo de oración en medio de las distracciones.


3. Acostumbrarnos a los períodos de silencio y no tener miedo a las pausas.

4. Ayudar a la mente a que no se distraiga, para ello orar en voz alta.

5. Leer las Escrituras en voz alta.  Al leer la Palabra en voz alta, encontraremos algunos pasajes que saltarán a nuestra vista y que nunca los habíamos visto antes. Como se tarda más en leer en voz alta que pasar con la vista las páginas en silencio, el  corazón y la mente tendrán una oportunidad de atesorar mejor la Palabra. Podemos hacer una lista de promesas bíblicas y escribirlas al lado de cada una de nuestras peticiones. Al Señor le complace que le pidamos que cumpla sus promesas. Somos sus hijas, tenemos ese derecho.

6. Orar la Palabra de Dios. Si no sabemos qué pedir, podemos orar las oraciones de la Biblia, hay docenas de oraciones que se pueden tomar como propias. Orar los Salmos, por ejemplo. Son canciones, pueden motivar nuestro corazón a través de oír estas canciones.  Pablo oró por las personas a su cargo a lo largo de sus cartas, así que, podemos tomar nota de estas oraciones y orarlas con fe. Hay muchas oraciones en el Antiguo Testamento, podemos leerlas y hacerlas nuestra oración.

a. La intercesión profética es Dios hablando a su pueblo, este es el camino más efectivo para orar.  En la intercesión profética Dios dirige y nos habla, (Salmo 25:9; Jn 16:13; Romanos 8:26).

b. La Biblia, la palabra de Dios estimulará nuestras oraciones.

c. Orar la palabra tal como es: Por ejemplo, orar el Salmo 91 y Efesios 6:10-18 por los seres queridos, por la iglesia o por el pastor como una oración de protección.

e. Orar por protección de la iglesia y los seres queridos es esencial, sobre todo si son llamados al ministerio a tiempo completo o están involucrados en la intercesión en profundidad.

f. Orar palabras de bendición. La Biblia está llena de bendiciones y oraciones de bendición. Utilicémoslas para orar por los demás. Por ejemplo: Efesios 1:18-19.

g. Hablar y orar la Palabra de Dios en voz alta ministra a nuestro propio espíritu y es una doble bendición, ya que a la vez que la Palabra nos está hablando a nosotras misma, es efectiva en aquellos por los que estamos orando.

h. Orar una palabra Rhema de la palabra Logos. Logos es la palabra escrita de Dios, la Biblia como un todo, Rhema es la palabra de vida. Por ejemplo, estamos leyendo la Biblia y un verso golpea nuestro corazón, nos damos cuenta de que Dios nos está hablando y que es una palabra  específica para ese momento. Orar para que la palabra, que ya es una realidad en el reino del espíritu se haga una realidad en nuestra vida diaria. Que cuando entremos en la intercesión y pidamos "hágase tu voluntad en la tierra, como en el cielo" estemos haciendo una línea de unión entre lo que ya ocurre en los cielos para que también sea hecho en la tierra. La palabra Rhema es como un cheque en blanco con la invitación a completar los números. Hay dinero en el banco, simplemente tenemos que comenzar a escribir los cheques. La tienda está llena de bendiciones para aquellos por los que intercede.

A veces el Señor da una palabra Rhema de qué quiere que se ore, pero no dice el por qué de esa oración. Debemos ser fieles en orar incluso sin comprender plenamente lo que estamos orando. Con el tiempo, el Señor puede mostrar por qué él dirigió a orar de esa manera.

7. Caminar a medida que leemos la Biblia en voz alta, nos sorprenderemos por la forma en que nos sentiremos inspiradas y evitaremos que la mente divague. La combinación de la lectura en voz alta y caminar entrena el cerebro para concentrarse en la tarea. Si no podemos caminar, busquemos otra manera para mantener el cuerpo como una parte de esa experiencia de oración. Caminar, pararse, cambiar de postura. Si nos damos cuenta de que nos cuesta estar despiertas durante el tiempo devocional  y de oración, debemos ponernos de pie y caminar alrededor del lugar donde estamos.

8. Escuchar música de adoración.

9. Pedirle al Señor que nos proteja al orar.

10. Declarar que estamos decididas a orar.

11. Evitar que la mente divague. Si hay una necesidad apremiante en el corazón, la presentaremos al Señor en la oración en primer lugar, y así podremos seguir orando con mayor paz. Anotar las cosas que son causa de que la mente divague y presentarlas al Señor.

12. Detectar cuál es el mejor momento del día para orar. Observar en qué momento del día estamos más tranquilas para orar, sin apuros o compromisos. A algunas personas le resulta mejor orar por la mañana, pero para otras es mejor orar en la noche. Averiguar lo que funciona mejor para nosotras.

13. Ser específicas. No nos limitemos a orar una oración de bendición en general, aprender a pedir las finanzas de Dios, el suministro, la sabiduría, la protección o lo que es exactamente necesario en cada situación. Dios quiere que seamos específicas y directas con Él, al igual que un niño pide a su padre directamente lo que necesita, cuando le dice “tengo hambre”, “quiero esa ropa”, etc.

14. Orar por sanidad física. Pedirle al Señor, preguntarle si es el tiempo de nuestra sanidad. Ser sensible a lo que el Espíritu está diciendo, y orar por consiguiente, no importa cómo se vean las cosas. Después de todo la oración es por algo imposible a nuestros ojos, pero como dice en Lucas 18:27  “Él les dijo: --Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios”. Orar lo que sentimos que el Espíritu dice.

15. Ser confiables. Dios comparte sus secretos con las que son capaces de mantenerlos. Puede llegar un tiempo en que sea necesario compartir por lo que estamos intercediendo, pero a menos que esto suceda, debemos permanecer en silencio. "Y se calló y no le dijo a nadie en esos días nada de lo que habían visto." (Lucas 09:36) "Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón." (Lucas 02:19) Lo que Dios muestra en un tiempo de intercesión se lo debe mantener en secreto con Él, a menos de que tengamos la firme convicción de que el Señor nos pide que hablemos.

16.Orar con la Estrategia de Dios. Usar ejemplos bíblicos para orar a través de situaciones. Por ejemplo, utilizar la historia del hijo pródigo, como una guía para orar por nuestros propios hijos pródigos, (Lucas 15:11).

OREMOS no solamente para lograr algo, oremos porque al pasar tiempo en oración ante el señor nuestro corazón es transformado día a día para parecerse más al corazón de Dios, cuando oramos Él hace que nosotras anhelemos lo que Él desea en lugar de hacer que Él cumpla nuestros deseos.

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